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La intervención psicológica consiste en la aplicación de principios y técnicas psicológicas por parte de un profesional acreditado con el fin de ayudar a otras personas a comprender sus problemáticas, a reducir o superar estas, a prevenir la ocurrencia de las mismas y/o mejorar las capacidades personales o relaciones de las personas, incluso en ausencia de problemas.
Los fenómenos que constituyen el centro de atención de la psicología clínica y de la salud son las problemáticas emocionales o del comportamiento (correspondan o no a criterios diagnósticos preestablecidos), cualquier otro tipo de comportamiento (normal o patológico) que afecte la salud y los procesos y estados de salud y bienestar.
La psicología permite dos niveles de intervención:
-Realizar una psicoterapia.
-Búsqueda de asesoramiento puntual.
En el caso de realizar una psicoterapia, el proceso de evaluación e intervención de las problemáticas presentadas por una persona se caracteriza por las siguientes fases:

  1. Fase de evaluación:

Contacto inicial y análisis del problema.
Formulación y contraste de hipótesis explicativas.
Durante el proceso de evaluación, el psicólogo clínico trata de identificar, especificar y cuantificar las conductas, capacidades, problemas, recursos y limitaciones que presenta la persona, así como las variables personales y ambientales que los mantienen, con el fin de explicar y modificar el comportamiento o llevar a cabo cualquier tipo de análisis o intervención psicológica. Esta fase suele durar entre dos o tres sesiones.

  1. Fase de intervención:

Establecimiento de objetivos.

Diseño del tratamiento.
Aplicación del tratamiento y evaluación durante el mismo.
Durante la fase de intervención, el psicólogo ayuda a otras personas a comprender sus problemas y a reducir o superar estos, a prevenir la ocurrencia de los mismos o a mejorar las capacidades personales. La intervención acostumbra a durar entre 12 y 15 sesiones, a pesar de que es muy variable según el problema y persona.

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Una buena evaluación inicial y buen establecimiento del vínculo entre el paciente y el psicólogo son las claves para alcanzar los objetivos de la terapia.

Elisabeth Turú. Psicóloga de Psicología Giner.
  1. Fase de seguimiento:

Evaluación después del tratamiento y finalización del mismo.
Seguimiento
Una vez transcurrido cierto tiempo desde la finalización del tratamiento, se recogen nuevos datos para comprobar el grado de mantenimiento de los cambios terapéuticos.
Cada una de las sesiones tiene una hora de duración y la frecuencia de las mismas, habitualmente, es semanal. Esta frecuencia está sujeta tanto a la disponibilidad del paciente como a la problemática presentada.